La validación de ideas es una práctica que cada día toma más fuerza gracias a metodologías Lean Startup y Lean Planning pues han cambiado la forma en que se conciben los nuevos conceptos comerciales.

La validación de ideas es el proceso de probar y validar su idea antes de lanzarla al mercado. Es como el proceso de investigación y desarrollo que utilizan las grandes empresas para probar las ideas de productos antes de que se publiquen al público en general.

La validación de ideas puede implicar cualquier cosa, desde entrevistas para recopilar información hasta páginas de destino especiales en la web. Todo el propósito es exponer la idea a su público objetivo antes de construir y lanzar el producto final.

La validación de ideas no solo debe ayudarlo a conceptualizar, sino que en realidad debe generar un gran retorno en otros aspectos del proceso de inicio.

Por lo tanto, siempre intente incorporar oportunidades de captación de clientes potenciales en sus encuestas, entrevistas y publicaciones de venta de prueba siempre que sea posible, o bien cree la posibilidad de algún tipo de seguimiento.

 

¿Por qué debería hacer una validación de ideas?

La principal razón por la que debería hacer una validación, es para ahorrar dinero y tiempo. Invertir en un desarrollo puede tomar tiempo y dinero, y si al final el producto no tiene un mercado objetivo al que le parezca interesante, habrá perdido toda su inversión. Es preferible hacer una prueba donde no invertir tanto dinero, ni tome tanto tiempo, y al final poder estar seguro que si hay un cliente interesado en su producto. 

Lo segundo es que le permitirá generar interés en la idea, puesto que la estará probando en un mercado real, no solo a amigos y conocidos. 

No cometa el error de novato de trabajar en una idea en la que nadie está realmente interesado. La validación de la idea puede ahorrarle tiempo al darle una buena idea de si su idea atrae a su audiencia potencial. También puede ahorrarle mucho dinero.

Este proceso le dirá si debe pagar o no para crear su producto o servicio. Por ejemplo, podría terminar pagando mucho dinero en construir una versión costosa de un producto que sus clientes ni siquiera deseen, necesiten o usen.

 

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